CC

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

domingo, 1 de agosto de 2010

.Recuerdo que en aquel pequeño comedor estábamos reunidas muchas personas, yo sólo conocía a una de ellas y miraba con curiosidad al resto. Miraba también el dibujo que estaba al lado de la ventana que tenía enfrente, los carteles antiguos y las puertas de una madera blanca que parecía ser mucho más vieja que el suelo de aquella ciudad.
El dueño de la casa se llamaba Ramón, y su pelo era de esos que a una no se le olvidan fácilmente. Recuerdo que llegó de una de las habitaciones con un portátil y lo abrió como si estuviese descorchando una botella de vino para celebrar algo muy importante. Abrió su carpeta de música y nos sirvió a todos una copa de rock indie.
Fue curioso, porque en aquel ambiente conseguí sentirme especialmente bien, aunque no conociese apenas a nadie y no fuese la situación más cotidiana del mundo, pero se desprendía un ambiente tan sincero que sentirse incómoda hubiese sido una enorme falta de educación.

No hay comentarios: