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jueves, 21 de enero de 2010


.Casi seis años de resbalones en seco, de lágrimas en sus rebecas, de conversaciones telefónicas que probablemente hayan ocupado 2.387.434.778.307 horas de mi vida, pero siempre bien invertidas.
Seis años de mitos que nunca se cumplieron, de quimeras que se cayeron, rodaron y se partieron; seis años de abrazos, de comodidad a su lado, de perfectas asimetrías entre ella y yo.
Seis años de conversaciones por las mañanas, de miedo delante de los exámenes que se avecinaban. Seis años de adolescencia, de gente que llegó, de otra mucha gente que se fue, de muchos sábados locos y de noches de verano que serán difíciles de olvidar. Probablemente, los seis años de mi vida mejor aprovechados.
Dicen que la adolescencia es quizás la etapa más complicada en la vida de una persona, y hay un alto riesgo de que esa afirmación sea cierta, pero tengo que decir que ella ha contribuido a que lo difícil sea más fácil, y a que lo fácil no deje de ser interesante.
Tampoco creo equivocarme al afirmar que en el hecho de que parte de mis sueños se hayan cumplido y de que yo esté ahora aquí, donde siempre quise, haciendo lo que realmente me apasiona, sea algo en lo que ella ha contribuido notablemente. Seis años creciendo juntas, aguantándome, diciéndome a veces lo que no quería escuchar. Seis años de sueños que nunca se cumplieron, de barreras que jamás nos separaron.
Creo que se merece un premio.
porque hacer feliz a una persona es una de las cosas más bonitas y difíciles que existen.

domingo, 17 de enero de 2010


.Me persiguen los teléfonos rotos cuando voy a buscarte,
y las calles enteras están comunicando.

jueves, 14 de enero de 2010


.Y todavía espero encontrarte por algún rincón de este mundo, el día menos esperado (aunque vivo de la espera), en el momento menos oportuno. Supongo que ocurrirá; sucederá un día de esos que mis ojeras llegan a confundirse con el lápiz de ojos expandido por mis mejillas, un día de esos que no importa si el abrigo y el bolso discuten y no se hablan, un día de esos grises, como la línea que une y separa.
En esta línea pienso ahora, y en lo paradógico de ciertas situaciones, en el hecho de que, después de tanto tiempo, siga esperando cruzarme contigo casualmente en algún vagón, o ver tu cara a través del cristal del tren que pasa, o verte caminar lentamente por alguna calle de esas que te quedan cerca.
Y no es que aún no os haya metido a ti y al olvido en la caja del pasado, es que me he dado cuenta de que los juegos de Edipo no caben en ninguna caja por grande que ésta sea.

domingo, 10 de enero de 2010


.O estoy soñando, o hay nieve en la ventana.
Yo diría que no es muy normal, y así mejor me vuelvo a la cama.

martes, 5 de enero de 2010


.Y de repente se vio llorando como años atrás cuando era adolescente, cuando creyó haberse enamorado por completo de un desconocido al que jamás volvería a ver, con el que ni siquiera había hablado, deseando verle tan sólo unos segundos más, deseando que, como en aquel entonces, el deseo se cumpliese; pero las cosas en cinco años habían cambiado mucho. Ahora había sucumbido ante el miedo de la distancia, se hallaba presa de la tiranía del amor.
Estaban todos, incluso los que se marcharon para siempre, y tiraban de ella, de la libertad que tanto le había costado conseguir; tiraron de sus lágrimas, que en sus escasos momentos de soledad caían a raudales; tiraron de su risa, que cayó al suelo rendida; de su mundo, que ahora le servía de alfombra; y lo que fue peor: tiraron de sus aspiraciones, que se quedaron esparcidas entre las sábanas que la arropaban.
Entonces nunca se sabe qué hacer con el rumbo de los días que amenazan, que devoran la cada vez más fina cuerda que te mantiene con vida.


the worst fears, the best tears.

domingo, 3 de enero de 2010


.Ya te mojabas en otro deshielo un instante antes de levantar el vuelo.



peces de colores que den de comer a mis ilusiones.