~Irresponsabilidad.
No resulta especialmente fácil convivir con mil rarezas que se cruzan en tu vida día a día. Mantener el equilibrio mientras las esquivas no es fácil, es por eso que a veces caes. Caes porque aunque no te aburres, necesitas sentir nuevas sensaciones, por imbéciles que resulten. Y claro, un blanco perfecto es perder la cordura por unas horas. Precio que esta vez he pagado caro. Seguramente pronto no será más que un resquicio pasado, pero ahora hierve. Resulta que sin más ni menos, decidí cambiar de aires tan sólo un día, porque una no puede ser tan responsable ni tan correcta en todos los aspectos, y mis rarezas me llevaron a reaccionar de distinto modo. Una vez más, volví a ser yo la única perjudicada. Pero de vez en cuando, me pregunto por qué, por mi culpa o sin habermelo currado, acabo lesionada de la mayoría de situaciones. No es difícil aguantar los primeros asaltos, ni siquiera me ha sido difícil aguantar los cientos de golpes restantes, pero llega un punto en el que te sientes desvalida, desarmada, y eso es un completo horror sobre todo cuando observas el progreso adecuado del resto del mundo y ves el tuyo en declive. No sé aún si afirmar que es cuestión de nacer con suerte o es simplemente una cuestión de valores bien o mal aplicados. El caso es que yo creí haber aplicado bien los míos, aunque parece ser que el mundo me demuestra lo contrario..
..Los mismos alfileres de vudú, el mismo cuento que termina mal.
Quién dijo que hoy es múltiplo de antes?
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