que en mis ojos sólo había tormentas.]
[...] Tal vez, tal vez el hombre como un herrero acudea la brasa, a los golpes del hierro sobre el hierro, sin entrar en las ciegas ciudades del carbón, sin cerrar la mirada, precipitarse abajo en hundimientos, aguas, minerales, catástrofes. Tal vez, pero mi plato es otro, mi alimento es distinto: mis ojos no vinieron para morder olvido: mis labios se abren sobre todo el tiempo, y todo el tiempo, no sólo una parte del tiempo ha gastado mis manos.
fue la miel de un grave designio que habitaba la luz deslumbradora que hoy resbala en la piedra.]
1 comentario:
precioso blog... precioso lo que escribes. preciosa tú
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